Transcurría la noche del Sábado 4 de mayo cuando me senté a esperar el amanecer en la puerta de mi humilde morada a las afueras de la poblada cuidad, a lo lejos, mis vecinos mas cercanos habían dejado de ver televisión, me doy cuenta porque la planta generadora de su energia deja de hacer ruido y justo a esta hora es cuando inicio mis clases de meditación, nuca aprendí, mi maestra una mujer hermosa y terca, tenia toda la disposición con migo no era muy evidente pero yo tenia esa sensación de que le gustaba, pero bueno eso es historia del cuarto capitulo... y su método era reconocido por todos, ya cuando las clases se tornaron aburridas deje de asistir.
La marihuana dejo de ser ilegal para mi mucho antes que estos pelaos rebeldes y con ganas de creerse hippies empezaron con esas marchas, cuando fumar yerba era un mal, ya estaba dejando esos caminos y centrando todo en otro tipo de logros profundos de meditación...
Que quería el de mi, nuca había sentido esa presencia, pero no tenia a quien gritarle o por lo menos susurrarle lo que había sentido,
llego de África cansado[...]
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