jueves, 28 de mayo de 2020
La bicicleta
martes, 26 de mayo de 2020
The Realist
Después de ganar una intensa batalla, el propio Napoleón decidió recompensar a un puñado de hombres de diferentes nacionalidades que habían luchado valientemente en su nombre.
"Nombra tu deseo y lo concederé, mis valientes héroes", gritó el Emperador.
"Restaurar Polonia!" gritó un polaco.
"Se hará", respondió el emperador.
"Soy un granjero - ¡Quiero tierra!" gritó un eslovaco.
"Y así tendrás tierra, muchacho."
"Quiero una cervecería", dijo un alemán.
"Dale una cervecería", ordenó Napoleón.
Luego, fue el turno de un soldado judío.
"¿Qué será, muchacho?" dijo el emperador, sonriendo.
"Si quiere, señor, me gustaría tener un buen arenque schmaltz", susurró el tímido judío.
"¡Ma foi!" exclamó el Emperador, encogiéndose de hombros. "¡Dale a este hombre arenque!"
Una vez que el emperador se fue, los otros soldados se reunieron alrededor del judío.
"¡Qué tonto eres!" ellos rieron. "¡Imagínese, un Emperador le pide que elija lo que quiera y él pide arenque!"
"Veremos quién es el tonto", dijo el judío. “Has pedido la liberación de Polonia, una granja, una cervecería, cosas que nunca obtendrás del Emperador. Pero ya ves, soy realista. Si pido un arenque, tal vez lo obtenga.
jueves, 21 de mayo de 2020
Roberto Zucco - Bernard-Marie Koltès
"Me gustaría volver a nacer perro para ser menos desgraciado. Perro callejero, buscador de basuras; nadie se fijaría en mí. Me gustaría ser un buscador de basuras por toda la eternidad."
Vamos a guardar este día... de Jaime Sabines
Vamos a guardar este día entre las horas, para siempre, el cuarto a oscuras, Debussy y la lluvia,
tú a mi lado, descansando de amar.
Tu cabellera en que el humo de mi cigarrillo flotaba densamente, imantado, como una mano acariciando.
Tu espalda como una llanura en el silencio y el declive inmóvil de tu costado en que trataban de levantarse, como de un sueño, mis besos. La atmósfera pesada de encierro, de amor, de fatiga, con tu corazón de virgen odiándome y odiándote.
todo ese malestar del sexo ahíto, esa convalecencia en que nos buscaban los ojos a través de la sombra para reconciliarnos.
Tu gesto de mujer de piedra, última máscara en que a pesar de ti te refugiabas, domesticabas tu soledad.
Los dos, nuevos en el alma, preguntando por qué.
Y más tarde tu mano apretando la mía, cayéndose tu cabeza blandamente en mi pecho, y mis dedos diciéndole no sé qué cosas a tu cuello.
Vamos a guardar este día entre las horas para siempre.
Eso fue amor a la primera pedaleada
Desde que Caro llegó en bicicleta…
A mi camino, mis rutas, mi vida, no he dejado de pensar en lo feliz que me siento,
Amarla se ha convertido en mi realidad, la espero, avanzo, me acelero y por unos segundos me voy,
juemadre; para volver, pienso que ya no pedaleo solo y la espero.
En ningún momento pienso en hacerle daño, al contrario, todas las buenas intensiones se me pasan por la mente…
Pero ojo, sé que es una mujer libre, que en cualquier momento extiende sus alas y emprende su vuelo en “bicicleta”.
La verdad: eso me asusta mucho, no lo voy a negar… si estoy comprometiendo todo mi ser, sino fuera así creo que no valdría la pena escribir esto,
estar juntos, pedalear a su lado, en la autopista, por la calle Colombia, me ha cambiado y proyectado otros horizontes, yo el que no quería tener hijos… encuentra en la Caro Madre un sabor perfecto, una belleza y tranquilidad que no quisiera perder.
A vos Carolina todo mi amor y no te preocupes, los dos estamos escribiendo algo sencillo y bonito.
Elegías (14)
"¡Mozo, enciende la lámpara!" "¡Aún es de día!
¿Por qué gastar en balde aceite? ¡No cerréis las ventanas!
Tras las casas el sol, o tras los montes, pónese aquí.
Y aún media hora para la noche falta..."
"Cállate y obedece! A mi amada yo espero..."
¡Oh lámpara, emisaria de la noche, consuélame!
J. W. Goethe
Haruki Murakami
“En el fondo, pienso que nunca he elegido nada por mí mismo, que todo me ha venido dado, que simplemente he interpretado los papeles que me han caído en las manos. Cuando de noche me despierto y pienso en eso, me entra pánico. ¿Quién soy? ¿Cómo soy en esencia? ¿Quién lleva las riendas de mi vida?”
Fragmento "El mago"de Charles de Lint
El mago montaba una bicicleta roja, anticuada, de llantas anchas y una única marcha de piñón fijo. Delante, en un cesto de mimbre, iba una perrita mestiza con apariencia de terrier. Detrás del sillín, atada al portaequipaje, había una mochila marrón de aspecto raído que ocultaba la totalidad de sus posesiones mundanas a los ojos curiosos.
Macbeth - de Shakespeare
Brujas. - Óyele en silencio.
LA SOMBRA. - Sé fuerte como el león; no desmaye un punto tu audacia; no cedas ante los enemigos. Serás invencible, hasta que venga contra ti la selva de Birnam, y cubra con sus ramas a Dunsmania.
MACBETH. - ¡Eso es imposible! ¿Quién puede mover de su lugar los árboles y ponerlos en camino? Favorables son los presagios. ¡Sedición, no alces la cabeza, hasta que la selva de Birnam se mueva! Ya estoy libre de todo peligro que no sea el de pagar en su día la deuda que todos tenemos con la muerte. Pero decidme, si es que vuestro saber penetra tanto: ¿reinarán los hijos de Banquo?
Las brujas. - Nunca podrás averiguarlo.
MACBETH. - Decídmelo. Os conjuro de nuevo y os maldeciré, si no me lo reveláis. Pero ¿por qué cae en tierra la caldera?... ¿Qué ruido siento?
Las brujas. - Mira. ¡Sombras, pasad rápidas, atormentando su corazón y sus oídos!
(Pasan ocho reyes, el último de ellos con un espejo en la mano. Después la sombra de Banquo)
MACBETH. - ¡Cómo te asemejas a Banquo!... Apártate de mí... Tu corona quema mis ojos... Y todos pasáis coronados... ¿Por qué tal espectáculo, malditas viejas?... También el tercero... Y el cuarto... ¡Saltad de vuestras órbitas, ojos míos!... ¿Cuándo, cuándo dejaréis de pasar?... Aún viene otro... el séptimo... ¿Por qué no me vuelvo ciego?... Y luego el octavo... Y trae un espejo, en que me muestra otros tantos reyes, y algunos con doble corona y triple cetro... Espantosa visión... Ahora lo entiendo todo... Banquo, pálido por la reciente herida, me dice sonriéndose que son de su raza esos monarcas... Decidme, ¿es verdad lo que miro?
Las brujas. - Verdad es, pero ¿a qué tu espanto?... Venid, alegraos, ya se pierde en los aires el canto del conjuro; gozad en misteriosa danza; hagamos al Rey el debido homenaje.
(Danzan y desaparecen)
Normal Mostro, normal!
Termina una jornada y veo a todos caminando rumbo a sus casas, en la noche anterior un mal sueño interrumpió mi tranquilidad, yo no sabía qué hacer con esa sensación, Salí a dejarlo colgado por ahí, con tanta gente supongo que a todos ellos les gustaría tener un monstruo especial colgado en una corbata, tenerlo en el bolsillo del pantalón, perdieron el tiempo criticando, tomando un poco de mis buenos momentos y los montaron encima de la ola, y como la ola paso… Estoy en calma, aun salgo por las noches a mirar la ciudad, esa es la verdad, ¿cuál verdad?, temo zafar de día lo que de noche me hace falta. Me faltaba el tiempo para querer ocuparme en nada especial, más divertido, crear imágenes e historias de gente en unos tres,cuatro minutos de… Escuchando esas buenas canciones del reproductor, buscando lo esencial.
¡Por un tiempo olvidarme de la técnica y cruzar la frontera a través de vos!
Ayer (Ángel González)
Ayer fue miércoles toda la mañana.
Por la tarde cambió:
se puso casi lunes,
la tristeza invadió los corazones
y hubo un claro movimiento de pánico hacia los tranvías
que llevan los bañistas hasta el río.
A eso de las siete cruzó el cielo
una lenta avioneta, y ni los niños
la miraron.
Se desató el frío,
alguien salió a la calle con sombrero,
ayer, y todo el día fue igual,
ya veis qué divertido,
ayer y siempre ayer y así hasta ahora,
continuamente andando por las calles
gente desconocida,
o bien dentro de casa merendando pan y café con leche,
¡qué alegría!
La noche vino pronto y se encendieron
amarillos cálidos faroles,
y nadie pudo impedir que al final
amaneciese el día de hoy,
tan parecido pero
¡tan diferente en luces y aroma!
Por eso mismo,
porque es como os digo dejadme que os hable de ayer,
una vez más de ayer:
el día
incomparable que ya nadie
nunca volverá a ver jamás
sobre la tierra.
Todo es pedaleable... hasta el amor!
Yo no tenía ni la menor idea del porque todos llegaban tan tarde a las citas, igual en ningún momento dude que la gente llegara, ¿o sí?, pero tan tarde, ya la botella de vino estaba terminada y ganas de volver a rodar no tenia, me había hecho esa noche más de 36 kilómetros, como de Medellín a Bello ida y vuelta… ir a clases de antropología del arte o andar por ahí todo el día pedaleando, eran mis pasatiempos favoritos, es una bonita ciudad, un lugar tranquilo. Muy pocas veces tomaba café para calmar el frio, el que lo hacía recordaba su país y la verdad no me gusta eso de añorar lugares que te traen malos recuerdos. Prefiero las bebidas con alcohol, desde que estoy aquí tomo de lo más barato, y no es tan malo. Eso de no conocerlos a todos no me preocupa tanto porque igual para rodar cada uno tiene sus formas, usando audífonos; rodamos juntos pero hay algo de soledad en ello, como es eso? Yo siento que es una pequeña alegría que se suma al acto mismo de montar en bicicleta, la música te libera un poco. Me gusta marcar mis rutas en el gps del celular; aunque no siempre lo cargue, además puedes competir por km recorridos, y si me gusta la ruta de seguro la repito y se la comparto a estos nuevos amigos. La vida es dura, llegar a un país suramericano es duro, iniciando por las costumbres, aun no me adapto y soy de los que se acostumbran rápidamente, a las habitaciones pequeñas con ventanas que dan a otras ventanas, habitaciones algo extraños, todo muy caro la verdad, no planifique mucho eso de los gastos y fue duro el primer mes, me compre esta destartalada bicicleta y soy feliz…
ya fui a la cárcel por intentar dármela de vivo con quien no debía, algo menor, y aprendí.
Sé que no voy a terminar mis estudios y, regresar no se me ha pasado por la cabeza, buscare que hacer mientras no me devuelvan aquí me les quedare.
El arte de perder
El arte de perder no cuesta tanto irlo aprendiendo
(insisten las cosas hasta tal punto en perderse, que el llanto
por ellas dura poco).
Y el espanto por perder algo cada día,
rosas que se deshojan, horas, llaves, cuanto
pueda ocurrírsele a uno, no es tanto.
Practica entonces perder más, y goza el ritmo de la pérdida, su encanto:
pierde ciudades, nombres, y en Lepanto pierde una mano, un destino, una moza:
nada de esto será para tanto.
Perdí el reloj de mi madre, y el manto con que cubría mis hombros,
la loza en que tomaba el té, pero igual canto.
Perdí mi tierra, mi rumbo y aguanto de lo más bien tanta pérdida.
Es cosa de acostumbrarse: no, no es para tanto.
Perderte a ti, por ejemplo, tu encanto y tu cariño perder,
dolorosa prueba sería, pero nunca tanto
(aunque parezca condena espantosa).
Elizabeth Bishop
Hoy, ¿cómo es la vida?
En la vida se suele ir hilvanando en cada puntada a medida que suceden los recuerdos, ahora ando alejado de esas calles, he dejado el uniforme escolar, junto con la medalla a la excelencia y la mochila colgado en un gancho de ropa tras la puerta. Sin traicionarme sigo aún por ahí formando mi propio carácter, el de vagabundo solitario alejado del circo.
TRES FILTROS de Sócrates
- “¡Maestro! Quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…”
¡Diles que no me maten! Cuento Juan Rulfo
Mística - Otra Vidub Ft Elkin Robinson, Tropicaldubs
Si no escucharon la canción de Mística – (León Vélez - proyecto musical de la ciudad de Medellín) en la voz de Elkin Robinson cantante de ...
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El 8 de junio fui a teatro 🎭, aunque esto me trajo uno que otro problema (no tratare en esta entrada). si te gustan las tragedias griegas...
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Me estoy metiendo en líos con el amor? Como un vagabundo, deambulo por las calles de esta ciudad que oculta una peste, si, una peste maqu...