Recuerdo mucho el amor que le tenía a la escuela primaria, de vez en cuando sueño con los actos cívicos los lunes, cada grado le tocaba organizarla no recuerdo si era semanal o mensual, pero ahí estaba; leyendo el orden de la programación, que casi siempre estaba acompañado de un orden del dia 1ro Himno nacional, 2do Palabras del señor Rector; 3 cancion por el estudiante...4to poema a la maestra por... 5to danza por grado cuarto. 6to himno Antioqueño...

Desde tercer grado mi profe fue Leonisa Tabares, la recuerdo muy bien, de cabello corto y su voz fuerte, muy amable y cariñosa, no como la profe de mi hermana que le jalaba el pelo a sus estudiantes y los castigaba mucho, hasta con regla les pegaba. Otro recuerdo que me llega es de los patios grandes, todos corriendo detras del balon de futbol, jugando a las escondidas, o enamorando con cartas a las niñas. 

Los baños tenían una poseta grande para sacar el agua y vaciar los inodoros despues de entrar en ellos, no todos lo hacían, se inundaba todo el tiempo y ese olor apestoso a orines todo el tiempo. Tengo una foto donde aparezco recibiendo una mención de honor con la profe, siempre he querido ser profe, pero es muy duro, me imaginaba la profesión desde la ruralidad, enseñando a los niños del campo, mi Tia Liliana es una de mis colegas que quiero mucho; cuando termine la carrera encontré muchas trabas para ejercer que dije no mas, me dedico a otras cosas y si resulta ser profe lo hago de la mejor manera con amor y ejemplo, hasta el momento todo sale muy bien...  

A mi nadie me felicito.

De estos días 

La semana inicia con un lunes festivo, el feriado de celebración de día de madres. Las familias juntas transmitiendo poco del tiempo y del amor, inventando almuerzos, cenas y demás, en estos momentos recuerdo a esa pareja dando ese espectáculo en la piscina del hotel; cualquier hotel. 

El la sostenía mientras ella flotaba pero mientras eso pasaba, caminaba descalzo por las escaleras que daba al bar, llevaba de la mano a uno de mis sobrinos, no recuerdo a cual porque tengo a cinco, todos hombres, no es que se parezca, solo que no recuerdo bien quien era, en fin, volviendo a la piscina el tipo estaba masturbando a la chica, ahí delante de niños argentinos que estaban en una excursión en nuestro país y nosotros, las quejas de los huéspedes, padres y profesores no se hicieron esperar y la administradora los expulsó de la piscina y me atrevo a decir que del hotel también.

Le compré un helado de tres leches a mi sobrino y me dijo gracias, yo sonreí. De regreso a casa todo era muy diferente, a unas cuadras de la casa sonaba esa canción aburrida de reguetón… cual? No se, cualquiera, todas las canciones de reguetón son aburridas, pero mi sobrino la tarareaba emocionado, sorprendido por el me quedé sin palabras, a la hora de comer ya no tenía ganas, le cepille los dientes y lo dormí. 

A mi nadie me felicito por hacer de madre un feriado. 

Me quedé tirado en el sillón pensando en ese tipo y la chica y las posibilidades de seguir en el hotel. 

La bici chuzada

Esta historia es de cuando uno se enoja mucho por prestar la bicicleta.

La verdad es que lo peor de prestar la bici es que se la entreguen a uno con problemas, tres o cinco días después de lo acordado, o peor aún, tener que llamar y cuadrar para ir por ella donde sea, a más de uno le ha pasado.  Creo que si puedes salir pedaleando del lugar es una alegría tremenda, pero que te la entreguen chuzada y ni siquiera te avisan; es lo peor, pierde uno la paciencia, son temas, cuestiones que vamos aprendiendo a la hora de prestar la bici, uno sigue prestando pero cada vez desconfía más, hay muchos peros a la hora de sacar su bici de la casa para que se la lleve ese amigo que seguramente no le va a dar el cariño que uno le da.  

Con el tiempo uno sabe y los cuenta con los dedos de una mano los amigos a los que SI les prestarías una de tus bicicletas. No para que se la lleve, uno está ahí con ellos, rodando para estar pendiente. Es fácil decir NO en algunos momentos de la vida.

Cuando te la entregan chuzada y miras para atrás como esperando que tu amigo se dé cuenta y de la cara, pero ya no está ahí, se ha ido, da la vuelta y sale corriendo porque sabe que le toca asumir una disculpa y el pago, pero nada, te deja con el lío de tener que parchar el neumático en medio de la nada, ni un taller de bicicletas cerca, y los montallantas que se niegan a parchar o lo hacen de mala gana, queda uno enojado y decepcionado pero del todo del tipo de amistad que estas cultivando. Con las ganas que tengo de salir  pedaleando y me entrega la bici así, no es justo.