El barrio inicia por la parte
trasera del jardín botánico de la ciudad, cuando empiezo a subir me encuentro
con un lugar muy sucio, las basuras, el reciclaje ahí en la calle, queda una chatarrería
, se alcanzan a ver las partes de adentro de las casas viejas, como es lunes
las bolsas amontonadas en las esquinas, al lado del poste de energía, adornando
el frente de las casas, el olor es desagradable por tramos, siguiendo con el
recorrido veo al señor de la chaza, vende muy pocas cosas, tiene más
cigarrillos que confites, los súper cocos desleídos, las papitas de marca rara
tiene pinta de llevar mucho tiempo, en la esquina a mano derecha, queda la panadería,
de fachada roja, en el barrio ese olor a pan caliente o a churro recién frito
es muy agradable, esa muchacha, la que atiende es muy amable y saluda con un
carisma que dan ganas de quedarse a desayunar, pero aquí mismo se hace el
jíbaro de manera que se mueven cosas raras, como en casi todas las esquinas de
esta ciudad.
Al frente un local de nombre
Genios, de juegos de video, se puede ver la fila de pelaos esperando un turno, ahí
le va a quedar el dinero y las neuronas al dueño. En la otra esquina próxima a
la casa que habitó se encuentra una casa cristiana del 7mo día, las casas por aquí
tienen ante jardín, el señor del frente de mi balcón arregla electrodomésticos su
especialidad son los de sonido, hace bulla probando la potencia de cada equipo,
a eso se le suma el perro de raza labrador dorado que ladra cuando pasa otro
perro o una persona, el flaco de ahí fuma marihuana muy relajado pero la mamá
no sabe, al menos esa es la impresión que me da, o si sabe no le importa.
Llegando a la puerta saco las
llaves, es de tres pisos esta casa, les digo que el primer piso es un taller de
latonería y pintura de carros, se imaginaran el ruido y el olor, el segundo
piso es de estudiantes, en un cuarto vivo yo, en el tercer piso vive el rey,
dueño de todo esto, tiene un reloj de oro y cuando llega borracho su mujer no
se queda para atenderle su borrachera.
Llego y saludo, me meto en mi habitación
y no salgo a no ser que sea algo importante.
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