Inicio esta cuartilla con muchas pretensiones, aquí adentro hace frio, la luz penetra por un pequeño agujero que está en la pared de esta habitación, es tarde y he desconectado el teléfono, tengo barba de cuatro semanas y a duras penas tengo para desayunar, alguna vez me vi ahí cogiendo con esa mujer, la rubia de ojos azul celeste, esa la de la habitación de al lado, tendrá por ahí unos veintisiete años, aproximadamente.
-¿quién es?- sería bueno ponerme de pie y ver quién es, pero este guayabo me va a matar
-¿que quien es?-(se viste rápidamente)
-¿señor se va quedar otro día mas?-(voz off detrás de la puerta)
- no entiendo- (abre la puerta) – ¿me puede decir que está pasando?
-Disculpe señor pero tengo que comunicarle que tiene que desocupar la habitación antes de las dos o pagar otro día.
-pero si ya la compañía pago, no entiendo-
-puede comunicarse con la administración, discúlpeme yo solo recibo ordenes, le recomiendo que pague una más barata…
-esto es un irrespeto, pero me van a oír.
Cuando llega la noche mi cuerpo se dirige tranquilamente y atraído por el olor a cerveza y mujeres recién perfumadas al bar más cercano al hotel, en esta semana he tomado muchas cervezas y podría seguir haciéndolo en cualquier parte del mundo, la verdad tomare cuantas cervezas se me antojen, meda igual seguiré llegando al hotel, pondré un anuncio de no molestar y dormiré todo el fin de semana seguido, hoy es sábado y no he hecho nada que valga realmente la pena, para empezar cortare mi barba.
-Voy a tardar un rato en las duchas nena-
-te estaré esperando-
-Si quieres puedes ir desvistiéndote-
-puedo chequear mis mensajes en tu laptop-
-claro-
Últimamente he sentido extrañas palpitaciones, presentimientos que martillan fuerte mente, ¿será que se me están acumulando los dolores en el corazón?
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